El riesgo de no innovar
Es cierto que la mayoría de las empresas funcionan bajo una Dirección que anticipa los riesgos y trabaja con planes de contingencia ante cualquier adversidad que pueda acontecer.
Existen diferentes tipos de herramientas y estrategias que ayudan a prevenir escenarios negativos o que alteran la estabilidad de una organización. Pero ¿Realmente se promueve también la capacidad de asumir riesgos calculados que puedan transformarse en una oportunidad?
El riesgo genera rechazo y suele conllevar una acción negativa para neutralizarlo (antelación negativa). Nadie quiere perjudicar a la empresa, ni su puesto de trabajo, por tanto, hoy en dia vemos más a profesionales que deciden apostar por decisiones “seguras” y alcanzar sus metas.
No está mal, es razonable y así aseguramos el camino al cumplimiento de nuestros objetivos, ¿cierto?
Sin embargo, asumir determinados riesgos, y con un alcance previsto y controlado, es un vehículo para innovar. La innovación es la acción de introducir cambios y novedades. Desde un estado de seguridad, no se puede innovar. Siempre, detrás de cualquier proyecto innovador hay un porcentaje de incertidumbre.
El miedo a errar nos impide generar nuevas oportunidades y/o aprovecharnos de ellas, lo cual provoca una falta de iniciativa en el equipo por miedo a perder el control.
Esto no significa que se deba dejar a un lado las herramientas de previsión al entorno. Si no, más bien, utilizar esa manera de actuación y procesos como datos para identificar qué riesgos son oportunos y debe tomar la empresa y cuáles no lo son.
Por ello, para asumir riesgos oportunos es necesario tener dos pilares: el talento adecuado y los recursos necesarios.
Los líderes de las empresas deben ser los impulsores del equipo. En una realidad como la actual, donde la tecnología ha creado ciclos mas cortos y el consumidor es muy complejo, es esencial que los líderes sean promotores del cambio y la flexibilidad.
Los empleados con talento y formación se sienten atraídos y relacionados con empresas que están en constante crecimiento y donde son capaces de proponer nuevas ideas y sentirse escuchados.
Por otro lado, los datos, herramientas y métricas forman complementos fundamentales para asumir riesgos oportunos. Medimos para tomar mejores decisiones.
En Garrigos+Llopis aseguramos una calidad de diagnóstico para detectar las mejores oportunidades e impulsar a la empresa y al equipo en su proceso de cambio.
Implica construir una filosofía de dirección donde asumir riesgos tenga una antelación positiva. Donde la transformación, se analice como una evolución.
Pablo Llopis
Socio en G+LL