Las compañías, en la era de la data, tienen la capacidad de obtener una extensa cantidad de información. La dificultad recae en saber distinguir cual es relevante para la toma de decisiones y cuál no.
Cómo se procese esa inmensa cantidad de datos y cómo se defina el modelo de análisis será clave para el éxito de la medición y control de las actividades y procesos, y en su defecto, de que esa informacion obtenida ayude a producir verdaderos insigths y resultados para el negocio.
Esta premisa nos hace referirnos a dos conceptos necesarios de diferenciar: el KPI y la Métrica
Tanto los KPI (Key Performance Indicator) como las métricas son medidas cuantificables de una actividad relacionada con el negocio.
La gran diferencia entre ambos reside en su carácter estratégico u operativo: los KPI son estratégicos y las métricas son tácticas.
A modo resumen, los KPI son un valor cuantificable asociado a un objetivo de negocio u objetivo estratégico y su valor refleja el éxito que se ha tenido en la consecución de dicho objetivo al compararlos con el mismo. Una métrica también es un valor cuantificable o medible, si bien refleja el éxito de las actividades que son de carácter táctico.
Una métrica es una medida que puede ser registrada para evaluar aspectos y variables de una actividad o proceso para medir el éxito o el fracaso del desempeño en esa actividad. Las métricas por tanto permiten monitorizar el estado de un proceso.
Ejemplos de métricas podrían ser:
- Número de descargas de un catálogo en nuestra web (métrica digital y comercial).
- Número personas que entran al punto de venta (métrica de retail).
- Porcentaje de engagement en una determinada red social (métrica de social media).
Un KPI, o indicador clave de rendimiento, es también un valor cuantificable, si embargo los KPI muestran que tan efectiva es la empresa para alcanzar un objetivo de negocio estratégico específico.
Ejemplos de KPI podrían ser:
- El MROI o Return on Marketing Investment.
- El NPS o Net Promoter Score.
- La tasa de crecimiento de ventas.
Todos los KPI son métricas pero no todas las métricas que se miden pueden ser KPI. Los KPIs deberán ser las métricas seleccionadas que estén alineadas con los objetivos de negocio críticos y relevantes.
Las funciones varían. En el caso de los KPI, su deber es informar a la empresa acerca de si existe un problema y las métricas, en cambio, nos ayudan a entender que es lo que ha ocurrido en un proceso de negocio. Por tanto se complementan.
Es por ello que, al definir una estrategia, debemos asignar KPI para la medición de la misma y diferentes métricas a los procesos operativos que constituyen el despliegue operativo.
El proceso de gestión y medición de una estrategia no es estático, es dinámico y evoluciona constantemente. Como consecuencia las métricas deberán revisarse regularmente, con el fin de saber su relación e impacto con los resultados del negocio.
Si se trabaja en una métrica y obtienes mejores resultados de negocios entonces quizás se debería adoptar como un KPI. Al mismo tiempo, si un KPI deja de traducir resultados reales podría plantearse monitorizarlo como métrica.
“Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”.– William Thompson (Lord Kelvin)
Saber diferenciar los KPIs, las métricas y los datos que realmente no son relevantes para tu negocio, es fundamental para que la inversión y la toma de decisiones estén basadas en datos que influyan en los resultados, que doten de verdaderos insigths y ayuden a alcanzar los objetivos empresariales.