La visión se define como imagen irreal o como la capacidad o habilidad de ver algo que no existe. Es aquello que imaginamos mas allá de lo que vemos ahora. La visión de una empresa es la declaración o manifestación que indica hacia dónde se dirige. Aquello en lo que pretende convertirse en el largo plazo: define de qué se trata una compañía, cuál es su propósito, a qué clientes atiende, y qué beneficios especiales ofrece. Es necesario tenerla para crear lo que queremos o hacia donde queremos llegar. No puedes construir futuro, estratégicamente, sin la visión. Y lo mismo te lo puedes aplicar a ti, ¿hacia dónde te diriges? Es importante tener muy clara la respuesta para dar siempre los pasos adecuados en la dirección correcta. Como dice Stephen Covey, la visión no sólo nos ayuda a descubrir oportunidades actuales donde otros quizás no las vean, también nos señala hacia el futuro.

La visión corporativa te ayuda a definir y asignar prioridades específicas. Tener una visión corporativa es un requisito previo para crear una visión de marca. Inspira a las personas de la compañía en una misma dirección. También a que se comprometan con ella. Una organización sin una visión bien definida carece de un rumbo a seguir. Lo mismo ocurre con tu marca personal. Es importante que definas también tu visión. y que te realices la pregunta ¿Dónde quiero estar dentro de cinco años? La visión de lo que quieres lograr permite que tus acciones estén verdaderamente dirigidas a lo que verdaderamente es significativo para ti.

Por regla general, las empresas mejor alineadas son las que obtienen mejores resultados. Los beneficios de tener una visión bien pensada y definida son muchos, apreciado CEO. No dejes de pensar en los logros y planes que quieres alcanzar en los próximos años, y cuál sería la mejor manera de lograrlos. Un verdadero líder se distingue por saber hacer realidad una visión.