QUERIDO CEO:
Es importante seguir aprendiendo. Conquistar el éxito puede resultarte más fácil que en cualquier época de la historia, pero no por mucho tiempo. El éxito puede ser más efímero que nunca. Ya sabes que no es bueno quedarse estancado, y menos ahora. Si te conformas con lo que sabes y sigues haciendo en tu organización lo que haces cada día, simplemente se quedarán atrasados tus conocimientos y los cambios se producirán sin ti.
No basta con generar motivación, sino que hay que crear buenos hábitos. El aprendizaje es un proceso continuo, utilízalo estratégicamente e intégralo en el trabajo como catalizador de la innovación y el cambio. Para responder a un entorno en constante cambio, a la hora de incorporar talento, no solo es importante los conocimientos que los candidatos tienen adquiridos en su curriculum, sino su capacidad y su actitud para adquirir nuevos conocimientos de una manera ágil y rápida. Se necesitan profesionales con una actitud abierta al aprendizaje, a la adquisición de nuevos conocimientos que puedan aplicar en su puesto de trabajo.
De la misma manera que decir “yo soy así”, apreciado CEO, supone cerrarte a la posibilidad de cambiar y crecer, sucede con el resto de las personas de tu equipo y con la organización que lideras. En este sentido, tú eres inspiración para el resto. Renuévate contantemente, desarrolla nuevas habilidades y competencias de liderazgo. No dejes de aprender. No vas a poder cambiar el entorno ni a la competencia, pero sí puedes cambiar tú y tu equipo. Tu empresa puede aprender más rápido que tus competidores si te lo propones. Para que las cosas mejoren, todos tenéis que mejorar cada día y aprender. No valen las soluciones puntuales ni los parches. La constancia y la mejora continua son factores claves para el éxito. El aprendizaje continuo es un factor crítico para la supervivencia. Las empresas que no siguen aprendiendo están en peligro.