QUERIDO CEO:

Liderazgo es influencia. Sin influencia en los demás no existe liderazgo. Y la influencia está asociada a la confianza que inspiras en tus seguidores mediante tu ética, tu integridad y tu congruencia. Lo anterior lo puedes aplicar también a una marca. Una gestión con integridad genera confianza en las otras personas. No puede haber un liderazgo exitoso, ni una marca ganadora sin integridad. La integridad es uno de los pilares de la confianza, y se produce cuando hay una alineación entre lo que piensas, sientes y lo que haces. Asimismo, la buena reputación e imagen pública de la marca y de la compañía generan lealtad en los clientes. Y la figura que tiene la capacidad de alinear y conectar todas las áreas de la empresa es, sin duda, el CEO.

La mayoría de los líderes alientan a confiar en ellos. Para lograr los objetivos es necesario participar y cooperar con otros, por lo que generar confianza es clave. Así se genera un buen ambiente para las relaciones y el trabajo en equipo. La falta de confianza se transmite rápidamente, afectando de forma negativa a cualquier proyecto y a la marca. Por ello la integridad y la confianza son valores que están muy presentes en muchas declaraciones corporativas. Se dice que Walt Disney hacia que la empresa funcionara según las cuatro C: curiosidad, confianza, coraje y coherencia. Y pensaba que la más importante era la confianza.

Para generar confianza es fundamental que confíes en ti mismo, apreciado CEO. La integridad genera confianza. Sé quien dices ser y predica con el ejemplo. La confianza se genera con lo que haces no con lo que dices. El contexto actual exige confianza para afrontar las situaciones imprevistas. Un gran CEO inspira confianza y ayuda a los demás a confiar en sí mismos. Recuerda que tu papel es clave para crear el compromiso y la actitud necesaria para construir una marca poderosa. Y una marca fuerte constituye la mejor defensa contra la competencia.