Querido CEO:
¿Te consideras innovador? La innovación es crucial en un mundo globalizado, en constante cambio y excesivamente competitivo. Y tú desempeñas un importante papel en el desarrollo de una cultura innovadora en la organización que lideras. Hay habilidades que pueden ser entrenadas (como los músculos) y , si te lo propones, puedes ser más innovador. La pregunta es entonces ¿qué capacidades entreno?. Para responderte, en el libro El ADN del innovador, Jeff Dyer, Hal Gregersen y Clayton Christensen mediante la identificación de las características propias de algunos de los mejores innovadores del mundo –como los fundadores de Amazon, Apple, Google, Skype y el grupo Virgin–, destacan cinco habilidades que distinguen a los empresarios y directivos innovadores del resto: Asociar, cuestionar, observar, trabajar en Red y experimentar.
El CEO innovador piensa diferente porque relaciona lo que aparentemente no está relacionado. La asociación es la habilidad para hacer conexiones inesperadas entre distintas áreas de conocimiento, distintos sectores industriales e incluso geografías. Además, los CEOs innovadores desarrollan su trabajo haciendo preguntas que invitan a la reflexión. Cuestionar es el catalizador creativo para otros comportamientos de descubrimiento: la observación, la creación de redes y la experimentación.
La mayoría de los CEOs innovadores observan atentamente el mundo que los rodea y, cuando observan el funcionamiento de las cosas, a menudo se dan cuenta de aquello que no funciona. También crean redes de contactos con los que desarrollar sus ideas, compartirlas, desarrollar otras nuevas ideas o experimentar. La experimentación es el medio más viable para aportarte información sobre lo que puede funcionar en el futuro y lo que no.
Además, apreciado CEO, también es aconsejable que identifiques qué elementos pueden limitarte para innovar, como por ejemplo el miedo o el ego. Tanto si te consideras innovador como si no, la clave está en que pongas en práctica de manera frecuente estas cinco habilidades. Existen técnicas y ejercicios que pueden ayudarte para que las conviertas en un hábito.