Reconocer los errores

Reconocer los errores

QUERIDO CEO:

Es importante al final de cada año hacer una reflexión y preguntarte en qué has fallado y en qué puedes mejorar. Ser CEO no implica que tengas que ser experto en todo y que no cometas errores.

Como te decía, cuando te escribí sobre la transparencia, es más importante cómo gestionas tus errores que el hecho de no cometerlos. Evita culpar y acusar a otros y asume tu responsabilidad con actitud de crecer. Debes ser capaz de aprender de ellos, pero también de reconocerlos ante terceros y de forma pública. Confesar un fallo propio es una prueba de compromiso con la honestidad. A fin de cuentas, un CEO que nunca ha fallado en nada o es una gran excepción o es un mentiroso.

Es imprescindible que trates los errores de la forma adecuada. Necesitas rodearte de un buen equipo para superar los retos. Conocerte bien a ti mismo te ayudará a reforzar aquello que no dominas con manos expertas. No escondas información a tu gente, después de todo, reconocer el error te ayuda a conectar con tu equipo. Además, un error puede ser una nueva fuente de información.

Repara tus errores cuando sea posible y discúlpate enseguida con sinceridad, no esperes intentando tapar las cosas. Esta actitud de posponer y tapar puede hacer más grande el error. Sé auténtico de forma que todos puedan comprobarlo. Cuando reconoces tus errores proyectas autoconfianza pero también la humidad necesaria para liderar con credibilidad.

Es comprensible que no quieras sentirte vulnerable, pero no dejes que el orgullo se interponga cuando se trata de enfrentar la realidad. Asume los asuntos difíciles y comparte las malas noticias. Enfrentar la realidad sin rodeos es una buena forma de  generar confianza. Decía Jack Welch (antiguo CEO de G.E.) que la confianza sucede cuando los líderes son transparentes.

En definitiva, estimado CEO, errar es humano. La innovación juega un papel importante a la hora de transformar modelos de negocio, productos o servicios. Para avanzar e innovar hay que asumir el coste del error, y es mucho mejor reconocer y aprender de los errores que evitar tomar decisiones arriesgadas.