Piensa diferente

Piensa diferente

QUERIDO CEO

Pensar diferente, pensar distinto, diferenciarte es clave en el mundo empresarial actual. Como dice el escritor Roger von Oech: “No es posible resolver los problemas de hoy con las soluciones de ayer”.

¿Qué hace que unas empresas se posicionen en una situación de superioridad con respecto a otras del mismo sector? La respuesta está en un liderazgo donde la innovación es un punto clave. Si echas un vistazo a empresas que han triunfado durante los últimos años, todas tienen en común el afán de aplicar ideas novedosas para adaptarse a los cambios. Una organización que se centra en su mundo interno puede funcionar muy bien, pero si no se adapta al mundo externo, ese funcionamiento puede acabar sirviendo a una estrategia perdedora.

En este sentido, es interesante diferenciar explotación de exploración. Algunas empresas tienen éxito al aplicar una estrategia de explotación, que se basa en la mejora de una determinada tecnología, capacidad o modelo empresarial. La exploración, sin embargo, busca su camino al éxito probando alternativas innovadoras a las que emplean en la actualidad. Son dos funciones ejecutivas de la mente que gestionan nuestra atención de una manera diferente y necesitan, por tanto, un estado mental diferente para operar. Existe una tensión constante entre estas dos funciones en la mente de cualquier persona. La explotación necesita de tu concentración para hacer mejor aquello que estás haciendo y se asocia a la eficiencia y, por lo tanto, a la productividad. Sin embargo, la exploración te permite alejarte de tu realidad actual, para descubrir nuevos horizontes y produce la innovación.

Como dice Goleman, quienes mejores decisiones toman son ambidiestros, y saben perfectamente cuando deben pasar de una modalidad a otra. Pueden dirigir, por ejemplo, organizaciones alentando el crecimiento mediante la innovación y la contención de costes, dos estrategias muy distintas. Pero oscilar entre ambas estrategias no es sencillo. La explotación resulta bastante cómoda y es fácil permanecer en ella. Explorar requiere un mayor esfuerzo e intención. No se trata de elegir entre flexibilidad o eficiencia, sino de que encuentres el equilibrio adecuado entre ambas. Explorar implica adentrarte en un territorio nuevo y pasa porque te desconectes de las rutinas conocidas y la inercia de los hábitos: No puedes buscar resultados distintos haciendo siempre lo mismo, apreciado CEO.