QUERIDO CEO:
La colaboración es clave para la innovación, la mejora de la calidad, la excelencia en el servicio, y factores cruciales para la supervivencia de las organizaciones en el entorno actual. Las personas que muestran más generosidad generan más conexión con el resto de compañeros. En un lugar de trabajo donde se cultiva un comportamiento más generoso, se crea un mejor clima, los empleados contribuyen más a la organización y los resultados, evidentemente, son mejores.
Ser líder implica compartir y ser generoso. Pero erróneamente solemos identificar generosidad con temas referentes sólo a lo económico, sin embargo, la generosidad es un valor caracterizado por ayudar a los demás de un modo honesto sin esperar obtener nada a cambio, implica dar oportunidades, dar aliento, dar conocimiento y experiencia, dar apoyo…dar y entregarnos, y es así, dando, como se genera la atmósfera para que los demás den lo mejor de sí mismos.
Es cierto que la generosidad tiene unos límites, estimado CEO, y que es complicado mantener un equilibrio y no pecar en un exceso de generosidad o lo opuesto, que sería la avaricia, la tacañería o el egoísmo; comportamientos que en un líder producen un impacto muy negativo a su alrededor y deterioran el ambiente laboral, y que algunos líderes mantienen al confundirlos con austeridad. El impacto es mucho más positivo cuando la orientación es dar en lugar de obtener, y se trabaja en el concepto “nosotros” en lugar de “yo”.
Somos seres sociales y es muy probable que nuestros antepasados no hubieran sobrevivido solos. La generosidad potencia las relaciones sociales, el sentimiento de grupo. Además, los actos de generosidad nos hacen felices, de acuerdo a un reciente estudio realizado por investigadores en la ciudad de Zurich. También se ha comprobado que los grupos que mejor funcionan son los que más comparten, ya sean grupos profesionales, académicos o equipos deportivos. Las personas que no comparten, los miserables, sienten más vergüenza, segregan más cortisol, y la probabilidad de que tengan problemas de salud es más alta.
¿Te consideras una persona generosa, apreciado CEO? Piensa, por ejemplo, en los actos generosos que has tenido las dos últimas semanas. Analízalo. Te animo a dejar un impacto positivo en tu empresa y en la sociedad.