Desarrollar resiliencia

Desarrollar resiliencia

QUERIDO CEO:

Imagina un arco que se dobla para lanzar una flecha y después regresa a su posición inicial. De esta resistencia de los materiales que se doblan sin romperse (como el arco), para recuperar la situación o forma original, proviene el término resiliencia. Cuando una persona o grupo tiene la capacidad de hacer este movimiento, se dice que posee una resiliencia adecuada, lo que equivale a poder sobreponerse a contratiempos e incluso fortalecerse por estos. La resiliencia puede ser desarrollada y entrenada.   

La capacidad de adaptarse es clave en el contexto actual. Es algo sobre lo que ya te he escrito y seguiré escribiéndote, porque las reglas del juego han cambiado. Vivimos en un mundo VUCA (VUCA es un acrónimo, que se empezó a utilizar en los años 90 por el ejército norteamericano, para describir el mundo que emergía después del final de la guerra fría); y que se ha formado por las iniciales de las palabras en inglés que lo caracterizan.

 

Volatility (volatilidad), porque todo cambia a un ritmo cada vez más rápido y a gran escala. El cambio es permanente en nuestras vidas y en las empresas.

Uncertainty (incertidumbre), porque el mundo de hoy es incierto, no lo podemos predecir con precisión. Hay una gran incertidumbre sobre nuestro futuro.

Complexity (complejidad) porque las situaciones son cada vez más complejas  para tomar decisiones en un mundo de conectividad global, donde hay exceso de información y estímulos.

Ambiguity (ambigüedad)  porque las circunstancias y decisiones pueden abordarse desde puntos de vista muy diferentes, lo que da pie a interpretaciones diversas.

En este escenario VUCA , apreciado CEO, es muy importante que estés preparado para aprovechar conflictos, debilidades y amenazas, y que logres desarrollarte en estos procesos de cambio. Marco Aurelio en sus meditaciones decía: “tienes poder sobre tu mente, no sobre  los acontecimientos externos. Date cuenta de esto, y encontrarás la fuerza.”

También es importante que impulses, al mismo tiempo, una cultura de resiliencia en tu organización. No podemos cambiar los acontecimientos pero sí la actitud con la que los afrontamos, y eso marca la diferencia entre las empresas que sucumben y las que salen fortalecidas de las crisis.