Querido CEO:
¿Qué se necesita para ser un buen CEO? Sin duda, la respuesta pasa por el autoconocimiento, es decir, por un proceso reflexivo a través del cual adquieras noción de tus propias fortalezas y áreas de mejora, y mediante el cual puedas aprovechar las oportunidades y estar preparado para los desafíos que presenta el entorno. El autoconocimiento te conduce a la honestidad acerca de tus fortalezas y deficiencias y te sitúa en el camino para la mejora y el crecimiento.
Conocer tus valores, cómo operas en diversas situaciones, qué contribución deberías hacer en la organización que lideras y a la sociedad, comprender , en esencia, quién eres es uno de los consejos más antiguos y útiles para dirigir de forma efectiva. ”Conócete a ti mismo” es una vieja máxima que ha perdurado a través de los siglos recogida en sucesivos pensamientos filosóficos. El autoconocimiento ha sido la seña de identidad de grandes líderes y , también, un tema recurrente en libros de liderazgo.
Es muy importante tener modelos de referencia y líderes en los cuales inspirarse, pero buscando mantener siempre tu autenticidad, sin caer en una imitación que suena falsa. Muchas veces buscamos fuentes externas para inspirarnos cuando la respuesta ,en realidad, está dentro de nosotros. Para ello es necesario que averigües cuáles son tus talentos y los potencies.
La enseñanza de Sócrates «conócete a ti mismo» es la piedra angular de la inteligencia emocional para Daniel Goleman. Habiendo tenido acceso a directores empresariales de todo el mundo llega a la conclusión de que el factor determinante del éxito no es ni el cociente intelectual, ni los diplomas universitarios, ni la pericia técnica: es la inteligencia emocional.
Un CEO capaz e inteligente puede fracasar por la falta de conocimiento de sí mismo. Si no reconoce sus propias emociones, difícilmente podrá gestionarlas y comprenderlas en los demás (el coeficiente intelectual puede aportar tan solo un 20% de los factores determinantes del éxito).
En el pronaos del Templo de Apolo, en Delfos, se podía leer el aforismo griego “conócete a ti mismo”. Un aforismo que debes tener presente y poner en práctica. No es una tarea sencilla en un mundo que ofrece continuas distracciones, apreciado CEO, pero si consigues conocerte a fondo a ti mismo, sabrás comprender a los demás, la realidad que te rodea y podrás ofrecer una contribución mejor.