Querido CEO:
¿Cómo se presentan las vacaciones?
Independientemente de dónde elijas disfrutarlas, la distancia de la inercia habitual se presenta, también, como una excelente oportunidad para ejercitar nuevas prácticas beneficiosas.
Una práctica a considerar por el interés creciente que está despertando su aplicación en el mundo empresarial es el Mindfulness o Atención plena (como se conoce en español).
La teoría del Mindfulness ha trascendido una simple moda y ya tiene una fuerte presencia en Silicon Valley, por ejemplo. Empresas como Google, Apple, o Twitter, aplican su técnica en el trabajo para mejorar la productividad, el liderazgo y la creatividad, entre otras cosas. CEOs de grandes compañías manifiestan abiertamente que utilizan la meditación como una forma de ampliar la visión, tomar mejores decisiones, establecer mejores conexiones con los empleados…Otros destacan que allana el camino para una gestión más integra, necesaria para construir empresas sanas después de los lamentables escándalos de corrupción a los que hemos asistido.
La atención plena es una forma de meditación que consiste en ser consciente de cada instante. Practicarla implica ser consciente de todo lo que hagas, recuperar la atención apenas la pierdas, centrarte en el aquí y ahora con interés, curiosidad y aceptación, permitiéndote una mayor alineación con la vida. Pasamos gran parte de nuestro tiempo recordando el pasado o imaginando el futuro, pero solo podemos influir en lo que ahora está ocurriendo.
En palabras de John Kabat-Zinn, referente mundial en esta disciplina: “Aprender a observar a qué está dispuesta nuestra mente en cada momento, a cómo vigilar nuestras ideas y a darles rienda suelta sin que nos capturen y arrastren; a cómo hacer sitio para las nuevas formas de contemplar viejos problemas, y para percibir la vinculación de unas cosas con otras, todo ello forma parte de las lecciones de la atención plena”.
Apreciado CEO, si tenemos en cuenta que entre tus tareas principales está dirigir eficazmente la atención a donde se precisa, y eliminar lo superfluo para focalizarse en lo que realmente importa. Que el foco de atención de quién toma las decisiones estratégicas, unido al de todos los implicados en la mismas, puede conducir al éxito o al fracaso de una organización. Y añadimos un entorno con una complejidad y volumen de información creciente, donde las oportunidades son más fugaces y el margen de error se reduce, la atención se convierte en un factor clave, por lo que te animo a entrenarla y que al mismo tiempo logres unas vacaciones más plenas.